Mis datos
José Ángel Solorio Martínez
¿Están capacitados los diputados locales de
MORENA para asumir el desafío de representar los lineamientos de la IV T como
mayoría en el Congreso tamaulipeco?
Definitivamente: no.
Muchos de ellos, agraciados por la equidad de
género o por la amistad del dirigente nacional Mario Delgado, llegaron al
escaño con evidentes debilidades cognitivas e intelectuales.
Acaso el mas experimentado de ese grupo sea
Armando Zertuche. Sólo que tiene grandes manchas en su trayecto por la Izquierda
regional y nacional. En lo local, se mostró como empleado y socio del
gobernador Tomás Yarrington cuando asumió la candidatura a la alcaldía de
Reynosa, por el entonces izquierdista Partido de la Revolución Democrática
(PRD); y luego, exhibiría de que pata cojean sus afectos ideológicos: votó en
contra en el Congreso de la Unión el dictamen –propuesto por el Presidente,
Andrés Manuel López Obrador–para desaparecer un montón de fundaciones y
patronatos que el viejo régimen utilizaba para seguir saqueando el erario.
Es decir: Zertuche salió del PRI…
…pero el PRI, no ha salido de Zertuche.
En este caso, sería irrelevante –o al menos no
lo sería tanto– si antes de nombrar al coordinador de la bancada morenista, se
articulara un programa legislativo para estos tres años venideros en el Poder
Legislativo tamaulipeco y rectificar lo que los últimos cinco sexenios han
torcido la administración pública estatal.
Hasta ahora, ni el CEN de MORENA, ni el CDE
tamaulipeco, han incentivado a los nuevos diputados para empezar a discutir la
agenda que los diferenciaría de los legisladores del régimen por desmantelar.
Los legisladores lopezobradoristas actuales,
han mostrado una pobreza y vergüenza de pena sin gloria: han actuado, o votando
o absteniéndose, a favor de propuestas legislativas en contra de los
Ayuntamientos y de sus ciudadanos.
¿Ejemplos?
Existen infinidad.
Los más memorables por lo repugnantes:
1.- Poner las Comapas, al servicio de la
administración estatal.
2.- Entregar los recursos del Ayuntamiento –el
Impuesto Predial– al tesoro estatal.
3.- Autorizar la subrogación de servicios públicos
–como el servicio de limpieza– a empresas privadas.
4.- Ser parte del aparato coercitivo de la
administración estatal, para perseguir a adversarios políticos. Las cuentas
públicas ha sido el principal motivo para castigar a opositores.
5.- Privatizar espacios públicos. Han
entregado, en varios municipios las calles a empresas que barren billetes con
los parquímetros.
6.- Autorizar –contra todos los ordenamientos
constitucionales– el doble fuero para el titular del Ejecutivo estatal.
Como se ve: la IV T, tamaulipeca, puede…
…pero no quiere.
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