Cuatro Ciénegas, Coahuila.– Después de más de siglo y medio de ausencia, el poderoso bisonte americano volvió a pisar el desierto coahuilense. La mañana del jueves, 44 ejemplares fueron liberados en la reserva ecológica El Santuario, un espacio de casi 4 mil hectáreas enclavado en la Sierra de Menchaca y ubicado a solo 10 kilómetros del municipio de Cuatro Ciénegas.
Esta reintroducción, encabezada por la Fundación Pro Cuatro Ciénegas, representa mucho más que la llegada de una especie emblemática: significa recuperar procesos naturales que habían quedado interrumpidos desde finales del siglo XIX, cuando la cacería, la expansión agrícola y la pérdida de hábitat llevaron al bisonte a desaparecer de estas tierras.
De los 44 ejemplares liberados —38 hembras y seis machos— tres fueron donados por el Museo del Desierto. El objetivo es que la manada comience a reconocer el nuevo territorio, adaptarse y, con el tiempo, fortalecer la biodiversidad del valle.
Especialistas consideran al bisonte un verdadero ingeniero del ecosistema. Su presencia ayuda a regenerar pastizales, mejorar la infiltración del agua, enriquecer el suelo y reducir riesgos de incendios al evitar la acumulación de vegetación seca. En un entorno árido como Cuatro Ciénegas, esta labor natural es vital para restablecer el equilibrio ecológico.
Gerardo Ruiz, director de la Fundación Pro Cuatro Ciénegas, explicó que la mayoría de los animales provienen del rancho El Uno, ubicado en la Reserva de la Biósfera de Janos, Chihuahua, donde actualmente se resguarda una población de 500 bisontes en conservación. Esta nueva manada se convierte en la tercera establecida en México bajo un esquema de protección.
El proyecto, realizado en coordinación con el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, Cuenca Los Ojos A.C. y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, busca también convertirse en un atractivo turístico que amplíe la experiencia de quienes visitan este Pueblo Mágico.

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